La industria vitivinícola de Nueva Zelanda ha vivido una revolución en la última década. Su superficie de viñedos se ha prácticamente triplicado, el número de bodegas se ha duplicado y el volumen de exportación de vino se ha multiplicado por cinco. Actualmente, en materia vitícola, goza de una merecida reputación mundial que no tiene relación ni con su superficie de viñedos (apenas 22.000 ha) ni con la antigüedad de sus bodegas.
Nueva Zelanda se extiende sobre dos islas principales: la Isla del Norte y la Isla del Sur. Está próxima al Polo Sur y cuenta con un clima frío y lluvioso. Con el término "cool climate viticulture” (viticultura de clima fresco), los vinos neozelandeses se han provisto de una personalidad fácil de recordar, lo cual ha contribuido a su popularización.
En términos cualitativos, sus vinos son ya una referencia a nivel mundial. Son vivos y frutales y se caracterizan por su acidez, concentración aromática y elegancia. Destacan sus vinos blancos hechos de sauvignon o de chardonnay y los vinos tintos elaborados con cabernet sauvignon y algo de merlot, o sus excelentes pinot noir.
REGIONES VITICOLAS IMPORTANTES
LA ISLA DEL NORTE
Su clima es más cálido que la Isla del Sur, lo que la hace más apta para el cultivo de ciertas variedades tintas, como la merlot y la cabernet sauvignon. Aquí están dos de las principales regiones vitícolas de este país en términos productivos: Hawke’s Bay y Gisborne.
Auckland está ubicada al noreste de la isla y es la región vitícola más antigua. Es sobre todo una zona productora de vino tinto, siendo la cabernet sauvignon su variedad principal.
Gisborne, al sureste de la Bahía de Plenty, produce alrededor del 10% de la uva neozelandesa. Posee suelos aluviales de alto rendimiento y es, básicamente, una región productora de vinos blancos.
Hawke's Bay, en la costa este de la isla del Norte, produce más del 20% de la uva neozelandesa. Ha sido una región pionera en la viticultura de este país y, siendo la región más soleada del país, es muy adecuada para el cultivo de la vid. Es considerada como la mejor zona vitícola para el cultivo de las cepas nobles de Burdeos.
Wairarapa, al sur de la isla, posee un viñedo poco extendido, pero sus tintos de pinot noir tienen fama internacional. También se elaboran vinos blancos de chardonnay, sauvignon y gewürztraminer.
LA ISLA DEL SUR
Se trata de la isla más importante en el aspecto vitivinícola. Cuenta con más de 7.500 ha de sauvignon blanc, siendo la cepa que ha popularizado los vinos neozelandeses en el mundo entero. Sus zonas vitícolas más importantes son las siguientes:
Nelson, en la costa norte, es una región vitícola poco extensa debido al alto costo de sus terrenos. El cultivo de la vid se remonta a los años 1860-1870. Las cepas dominantes son la chardonnay y la riesling.
Marlborough, al sureste de Nelson, es la región vitícola más extensa e importante de Nueva Zelanda, así como la más próspera. Alberga el 50% de la superficie de viñedos de Nueva Zelanda, siendo la mayor región productora.
Es una de las zonas más secas y soleadas de todo el país. Las condiciones climáticas son adecuadas para la variedades blancas: müller-thurgau, sauvignon, chardonnay y riesling. La cabernet sauvignon es la principal cepa tinta.
Canterbury, cerca de la ciudad de Christchurch, está ubicada al este de la isla. La baja pluviosidad y los largos otoños con días calurosos y noches frescas son factores favorables para el cultivo de la chardonnay y la riesling. Además, en esta región se elaboran exquisitos vinos con pinot noir.
Central Otago, más al sur, es la zona vitícola más meridional del país y la menos extensa. La estación cálida es breve, pero los otoños son secos y soleados, siendo el índice de pluviosidad el menor de toda Nueva Zelanda.
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