Pero además de lo que muestran a simple vista, forman parte de los alimentos con mayor cantidad de nutrientes y sustancias naturales altamente beneficiosas para la salud.
El consumo de frutas apota pocas calorás y un alto porcentaje de agua (entre 80 y 95% de su peso fresco), por lo que facilita la hidratación del organismo. Ayuda al correcto funcionamiento del aparato digestivo por el aporte de fibra alimentaria. Salvo excepciones (por ejemplo, el coco y el aceite de palma), las frutas no aportan grasas saturadas. Algunas frutas son fuentes de ácidos grasos esenciales para el organismo, tales como los frutos secos y las paltas o aguacates. Las frutas son además una importante fuente de energía para el organismo por su alto contenido en hidratos de carbono solubles de rápida disponibilidad.
Como alimento, las frutas realizan aportes a la dieta que son de suma importancia para la salud humana. En general, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Algunas vitaminas y minerales, como la vitamina C y el potasio, dependen en buena medida de las frutas como fuentes de suministro.
Existen frutas como la sandío o el melón que contienen un alto indice de agua. Además, la sandía aporta al organismo hasta un 20 % del agua que necesita.
Hay diferentes formas de clasificar la fruta, según sea su tipo, la forma de recolección o el proceso de maduración.
- Según sea el fruto:
- Frutas de hueso o carozo: son aquellas que tienen una semilla encerrada en un endocarpio duro, esclerificado; como el albaricoque o el melocotón.
- Frutas de pepita o pomáceas: son frutos derivados de un receptáculo engrosado, como la pera y la manzana, poseen 5 semillas sin cubiertas esclerificadas.
- Frutas de grano: son las frutas resultantes de un receptáculo engrosado, cuyos frutos verdaderos (aquenios) presentan aspecto de minúsculas semillas en su interior. Tal es el caso del higo.
- Según el tiempo desde su recolección hasta que es consumida:
- Fruta fresca: cuando el consumo se realiza inmediatamente o a los pocos días de su recolección, de forma directa, sin ningún tipo preparación o cocinado.
- Fruta seca, desecada o pasa: es la fruta que, bien naturalmente, bien por un proceso de desecación artificial, tiene en su composición menos de un 50% de agua, y gracias a ello se puede consumir meses, e incluso años, después de su recolección como las nueces en general (incluyendo las castañas y las avellanas), los cacahuates, el cacao, las pasas o los orejones.
- En cualquier caso, la velocidad de maduración y la vida en postcosecha no se asocia con el carácter climatérico o no climatérico de las frutas, sino con la respiración: cuanto mayor es la tasa respiratoria (constante o no), mayor es la perecibilidad de la fruta. Por ejemplo, la manzana es una fruta climatérica que evidencia un pico en la producción de etileno y en la tasa respiratoria durante su maduración. Sin embargo, su tasa respiratoria media-baja le asegura una vida en postcosecha más prolongada que la de algunos frutos no climatéricos, como las fresas, las zarzamoras o las frambuesas que poseen tasas respiratorias más elevadas. Según el tipo de maduración (en la maduración de la fruta puede producirse o no un incremento de la tasa respiratoria, acompañado de un incremento en la síntesis de etileno, que se denomina climaterio y que sirve para clasificarlas):
- Frutas climatéricas: son aquéllas que muestran un incremento más o menos marcado en la tasa respiratoria y en la síntesis de etileno. Entre las frutas climatéricas se cuentan: la manzana, la pera, el plátano o banana, el melocotón, el albaricoque, el kiwi, la chirimoya y la fresa, entre otras. Estas frutas evidencian una maduración coordinada por el etileno, que regula los cambios de color, sabor, textura y composición. Estas frutas suelen almacenar almidón como hidrato de carbono de reserva durante su crecimiento. El almidón puede hidrolizarse durante la maduración dando lugar a azúcares simples que otorgan sabor a la fruta. Este proceso sucede aunque la fruta sea separada de la planta inmediatamente antes de madurar (estado preclimatérico). Por ello, se suele aprovechar este carácter para recolectar ese tipo de fruta en estado preclimatérico, para almacenarla en condiciones controladas de forma que la maduración no tenga lugar hasta el momento de la comercialización.
- Frutas no climatéricas: no presentan variaciones sustanciales en la tasa respiratoria o en la síntesis de etileno durante la maduración. Además, el etileno no coordina los cambios organolépticos principales (sabor, aroma, textura) durante la maduración. Entre las frutas no climatéricas se encuentran: las cerezas en general, la naranja, el limón, la mandarina, la piña,y la uva, entre otras. Estos frutos no almacenan almidón antes de la maduración, razón por la cual no deben ser separados de la planta antes de alcanzar la madurez organoléptica. La recolección se debe realizar después de alcanzada la madurez, pues no mejoran su sabor y aroma luego de separadas de la planta.
Hay además algunos grupos de frutas que se distinguen por tener ciertas características comunes:
- Fruta cítrica, aquella que se da en grandes arbustos o arbolillos perennes (entre 5 y 15 m) cuyos frutos o frutas, de la familia de las rutáceas, poseen un alto contenido en vitamina C y ácido cítrico, el cual les proporciona un sabor ácido muy característico. Las más conocidas son la naranja, el limón, la mandarina y la lima.
- Fruta tropical, aquella que se da de forma natural en las regiones tropicales, aunque por extensión, se aplica a las frutas que necesitan para su desarrollo unas temperaturas cálidas y alta humedad, como la banana, el coco, el kiwi y la piña.
- Fruta del bosque, un tipo de frutas pequeñas que tradicionalmente no se cultivaban sino que crecían en arbustos silvestres en los bosques, como la frambuesa, fresa, lamora, la grosella, la zarzamora y la endrina.
- Fruto seco, aquella que por su composición natural (sin manipulación humana) tiene menos de un 50 % de agua. Son alimentos muy energéticos, ricos en grasas, en proteínas, así como en oligoelementos. Las más conocidas son la almendra, la nuez, la avellana y la castañas.
La composición química de las frutas depende sobre todo del tipo de fruta y de su grado de maduración.
- Agua: Más del 80 % y hasta el 90 % de la composición de la fruta es agua. Debido a este alto porcentaje de agua y a los aromas de su composición, la fruta es muy refrescante.
- Glúcidos: Entre el 5 % y el 18 % de la fruta está formado por carbohidratos. El contenido puede variar desde un 20 % en el plátano hasta un 5 % en el melón, sandía y fresas. Las demás frutas tienen un valor medio de un 10 %. El contenido en glúcidos puede variar según la especie y también según la época de recolección. Los carbohidratos son generalmente azúcares simples como fructosa, sacarosa y glucosa, azúcares de fácil digestión y rápida absorción. La presencia de almidón se verifica en frutas climatéricas aún inmaduras; con la maduración, se produce la hidrólisis del almidón en azúcares simples.
- Fibra: Aproximadamente el 2 % de la fruta es fibra dietética. Los componentes de la fibra vegetal que nos podemos encontrar en las frutas son principalmente pectinas y hemicelulosa. La piel de la fruta es la que tiene mayor concentración de fibra, pero también es donde nos podemos encontrar con algunos contaminantes como restos de insecticidas, que son difíciles de eliminar si no es con el pelado de la fruta. La fibra soluble o gelificante como las pectinas forman con el agua mezclas viscosas. El grado de viscosidad depende de la fruta de la que proceda y del grado de maduración. Las pectinas desempeñan por lo tanto un papel muy importante en la consistencia de la fruta.
- Vitaminas: Como los carotenos, vitamina C, vitaminas del grupo B. Según el contenido en vitaminas podemos hacer dos grandes grupos de frutas:
- Ricas en vitamina C: contienen 50 mg/100. Entre estas frutas se encuentran los cítricos, también el melón, las fresas y el kiwi.
- Ricas en vitamina A: Son ricas en carotenos, como los albaricoques, melocotón y ciruelas.
- Sales minerales: Al igual que las verduras, las frutas son ricas en potasio, magnesio, hierro y calcio. Las sales minerales son siempre importantes pero sobre todo durante el crecimiento para la osificación. El mineral más importante es el potasio. Las que son más ricas en potasio son la banana y en menor medida las frutas de hueso como el albaricoque, cereza, ciruela, melocotón, etc.
- Valor calórico: El valor calórico vendrá determinado por su concentración en azúcares, oscilando entre 30-80 Kcal/100 g. Como excepción tenemos frutas grasas como elaguacate que posee un 16 % de lípidos y el coco que llega a tener hasta un 60 %. El aguacate contiene ácido oleico que es un ácido graso monoinsaturado, pero el coco es rico en grasas saturadas como el ácido palmítico. Al tener un alto valor lipídico tienen un alto valor energético de hasta 200 Kilocalorías/100gramos. Pero la mayoría de las frutas son hipocalóricas con respecto a su peso.
- Proteínas y grasas: Los compuestos nitrogenados como las proteínas y los lípidos son escasos en la parte comestible de las frutas, aunque son importantes en las semillas de algunas de ellas. Así el contenido de grasa puede oscilar entre 0,1 y 0,5 %, mientras que las proteínas puede estar entre 0,1 y 1,5 %.
- Aromas y pigmentos: La fruta contiene ácidos y otras sustancias aromáticas que junto al gran contenido de agua de la fruta hace que ésta sea refrescante. El sabor de cada fruta vendrá determinado por su contenido en ácidos, azúcares y otras sustancias aromáticas. El ácido málico predomina en la manzana, el ácido cítrico en naranjas,limones y mandarinas y el ácido tartárico en la uva. Por lo tanto los colorantes, los aromas y los componentes fénolicos astringentes aunque se encuentran en muy bajas concentraciones, influyen de manera crucial en la aceptación organoléptica de las frutas.
Las frutas no solo nos cuidan por dentro, numerosas investigaciones han demostrado las múltiples propiedades y las distintas aplicaciones que tiene este alimento.
La frutoterapia es una técnica terapéutica basada en el estudio de las sustancias nutricionales y medicinales de los frutos. Esta terapia de salud y belleza estimula diferentes partes del cuerpo, calma las dolencias, cuida y rejuvenece la piel y corrige disfunciones del organismo. Por un lado, los últimos lanzamientos cosméticos las incorporan en sus fórmulas, también diversos centros de estética en todo el mundo ya realizan tratamientos con frutas. Cada una aporta diversos beneficios para el organismo y a nivel estético según cada tipo de piel de cada persona.
Las envolturas frutales que se aplican sobre el cuerpo son comestibles porque están elaboradas con productos naturales, 100 % fruta fresca. No llevan componentes cosméticos, los únicos componentes son los propios de la fruta natural que están micronizados y deshidratados. Justo en el momento de la aplicación se mezclan con agua para obtener una especie de gelatina o mermelada que se emplea como mascarilla directamente sobre la piel.
El masaje de frutas se puede combinar con diferentes técnicas en función de los resultados que se busquen, si se pretende luchar contra la celulitis, un tratamiento efectivo se obtiene al combinarlo con el tratamiento de chocolaterapia. Otras terapias que pueden enriquecer los tratamientos con fruta son la mezcla de éstas con algas y barros.
Una guía de todos sus beneficios:
- Las cerezas son ricas en melatonina, una hormona natural contra el envejecimiento
- El melón cuida y suaviza la piel.
- Membrillo, efectivo para combatir arrugas faciales.
- La pulpa triturada de Coco es un buen acondicionador para el cabello, fortifica la piel.
En cuanto a las vitaminas, las frutas tropicales son ricas en vitamina C, hasta el extremo de ser la segunda fuente más importante después de los cítricos. Una vitamina presente en muchas cremas de belleza ya que aportan hidratación y luminosidad.
- El albaricoque es el mejor “peeling” natural, gran regenerador celular, con esta fruta se puede realizar una estupenda mascarilla para pieles fatigadas.
- La pera es una fruta adecuada para combatir el acné.
- El Aguacate es rico en óleos naturales, VITAMINAS A, B y Y, hierro, calcio y fósforo, es excelente para la piel seca y áspera.
- Melocotón, conocida por su textura, esa fruta es comparada a las pieles más sedosas y contiene VITAMINA A, C y potasio, siendo recomendada para pieles cansadas y que perdieron el brillo.
- La Manzana es excelente fuente de VITAMINA A y C, además de diversas sales minerales como calcio, fósforo y hierro que ayudan en la lucha contra el estrés físico y emocional. Es indicada para reequilibrar la hidratación de la piel y renovar las células de los efectos nocivos del sol.
- Una de las frutas de mayor poder antioxidante es la Piña, rica en vitamina C y que promueve verdaderos milagros contra arrugas y marcas de expresión. Muy recomendable frente a la celulitis.
- Fresa, acción desintoxicante de la piel, anti radicales libres, estimula la circulación sanguínea, deja la piel más clara, más blanda y lozana. Contiene sales minerales y vitaminas con acción hidratante.
- El limón, astringente, refrescante y aclarador, además de un buen tónico para la piel grasa; y el melocotón (suavizante y limpiador) es la mejor mascarilla para pieles fatigadas.
- El agua de la flor de naranja hidrata la piel a la vez que la limpia y la tonifica. Esta fruta favorece el incremento de colágeno, responsable de la firmeza de la piel, al mismo tiempo que fomenta la buena cicatrización. Su alto contenido en vitamina C aumenta su poder antioxidante, retrasando el envejecimiento prematuro.
- La ciruela es diurética y descongestiona el hígado; la mandarina, digestiva y tónica; se sirven del membrillo para combatir las arrugas faciales; de la fresa para aclarar, suavizar y nutrir la tez; de la uva como limpiadora; y del plátano como producto nutritivo y mineralizante, sobre todo para las pieles secas, agotadas y sin brillo.
- La papaya esconde muchos atributos bajo su seductor aspecto exótico, uno de ellos es el alto contenido en enzimas de Papaína. Esta enzima tiene la capacidad de neutralizar los ácidos gástricos y ayuda a descomponer proteínas, mejorando la digestión y la combustión de grasas, con lo cual desarrolla un efecto adelgazante, desintoxicante y depurativo de forma completamente natural. Además, se realizan mascarillas faciales para eliminar células muertas. Gran cicratizante.
- Tratamientos naturales a base de uva, son de ayuda para combatir la tan odiada celulitis. Con el tipo de uva rojiza la que contiene propiedades idóneas para que la piel se revitalice gracias a su alto contenido de polifenoles, procianidoles y antocianósidos. Según parece, el efecto antioxidante de este tipo de uvas es superior al de la vitamina E. Se realiza un peeling corporal a base de un micronizado de uva roja, que ayuda a mejorar la microcirculación y aumenta la receptividad de la piel.
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