miércoles, 26 de agosto de 2015

CHÂTEAU MEGYER - HUNGRIA -

En el extremo noreste de Hungría se encuentran los famosos viñedos de Tokaj. Château Megyer está ubicado en el centro de esta hermosa región, cerca de la histórica villa de SárospatakJean-Louis Laborde, empresario parisino, es el actual propietario de esta bodega, así como de la de Château Pajzos

En 1576, Earl Ferenc Dobo, en aquel entonces señor del Château Sárospatak, emprendió un gran proyecto: plantar toda la región con viñedos. Pero fue el genio y el talento del Príncipe Rákóczi que creó los maravillosos vinos de las colinas de Megyer. Cuenta la leyenda que en aquellos días, cuando esperaban un ataque de los Turcos, los señores de Tokaj pospusieron la vendimia a fin de preparar su acción defensiva. La Botrytis cinerea invadió los viñedos revelando así la podredumbre noble que concentra los aromas de la uva y produce los néctares Aszú. 

A través del tiempo, los dulces vinos de Tokaj fueron ganando en prestigio y reputación debido a su excepcional calidad y gloriosa historia, y se convirtieron en el natural acompañamiento de los deliciosos platos que se servían en las cortes reales europeas. 

Los viñedos de Château Megyer se extienden sobre 83 Ha de terreno arcilloso, ubicadas sobre las laderas de un antiguo volcán, a una altitud promedio de 200 m. Las variedades plantadas son la Furmint (45%), laHárslevelü (22%), la Chardonnay (15,5%) y la Muskotály - un híbrido del Muscat blanco, de grano pequeño. En los buenos años, el especial microclima del que goza Château Megyer permite el desarrollo de la Botrytiscinerea en las uvas. La vendimia de estas uvas, llamadas "aszú", se hace indivualmente y a mano, grano a grano. Posteriormente se las deposita en cestos de 25 Kg, llamados "puttonyos". 

Las uvas son prensadas de forma artesanal hasta obtener una pasta. A 136 litros de vino nuevo, blanco seco, se le agrega entre 3 y 6 cestas "puttonyos" de uva prensada. A mayor cantidad de "puttonyos", mayor será la concentración de azúcar. Tras la fermentación, el futuro Tokay Aszú reposa varios años en barricas de roble, lo cual le confiere su riqueza y su formidable bouquet. 

En este vino de rara complejidad se descubren notas de frutos secos (ciruelas e higos), de albaricoque y durazno, de corteza de naranja... Es perfecto para acompañar postres, como la tarta de albaricoques o de nueces, pero también puede asociarse con el foie gras o el pato a la naranja.





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