No existen vinos para hombres y vinos para mujeres. Si se habla de preferencia, es adecuado generalizar. Primero, desterrando el mito que a ellas les gustan más los vinos suaves, ligeros o dulces.
1. Mientras el hombre muestra más interés en variedades, orígenes, personajes involucrados y hasta puntajes en publicaciones, a la mujer se la seduce por el paladar y las sensaciones. Porque el vino es un catalizador del placer y una buena elección puede convertir un momento cotidiano en uno especial; o una comida de amigos en una celebración inolvidable.
2. La mayor parte de publicaciones, y especialmente aquellas más tradicionales, suelen ser de la preferencia del consumidor masculino. Estas publicaciones tratan al vino como un objeto. Las mujeres se sienten más atraídas por las emociones o por las relaciones sociales generadas en torno al vino. Ya sea en un encuentro entre amigos, una comida de negocios, o en una celebración en particular.
3. De hecho, el paladar es un sensor muy complejo que, conectado con el cerebro, se hace muy difícil de interpretar. En el gusto por un vino influyen tantas variables externas como internas. Así el público femenino pondera más el sabor de un vino por cómo lo está pasando en ese instante, mientras el hombre se centra más en el sabor en boca, nariz y lengua, teniendo mayor capacidad de abstraerse del entorno.
4. No existen vinos para hombres y vinos para mujeres. Si se habla de preferencia, es adecuado generalizar. Primero, desterrando el mito que a ellas les gustan más los vinos suaves, ligeros o dulces. En realidad, son muchos más los hombres que buscan estos vinos, que las mujeres. Un estudio italiano realizado en 2012 reveló que las mujeres prefieren los vinos tintos de marcada personalidad.
5. Es cierto que lo más importante es si gusta o no gusta. Pero para llegar a entender cuál si y cuál no, hace falta ir un poco más allá. Así, mientras el hombre puede criticar su austeridad y longevidad, la mujer puede ponderar su expresión y, sobre todo, sus texturas.
6. Sin bien el paladar de la mujer y el hombre son totalmente iguales, existen ciertas evidencias de que las mujeres poseen mayores aptitudes en cuanto a los aromas. Esto explica que perciban muchos más aromas y sabores que el hombre. Así, mientras a ellos se les escapan los vinos fragantes y perfumados, ellas se dejan seducir por esos perfumes.
7. Donde si parecen exitir diferencia claras es en lo referente a la marca del vino. Mientras ellos se centran en el nombre del vino (u otras menciones como uva, bodega, origen,...), ellas se fijan más en la marca global, es decir el diseño, la estética o lo atractivo que se vea la botella.
8. Pero sin dudas, lo más importante está en la boca. Mientras los hombres buscan más los vinos sencillos y equilibrados, las mujeres prefieren un vino que quede grabado en la memoria, con personalidad y debe ser ante todo expresivo.
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