Consumir esta rica y versátil hortaliza de forma regular aporta múltiples beneficios para nuestra salud. El tomate contiene licopeno, un pigmento de color rojo que previene el riesgo de padecer cáncer de próstata, mama y vejiga, previene la pérdida de visión y ayuda a disminuir el colesterol.
Para aprovechar mejor todos sus nutrientes, es mejor cocinarlo al horno o frito, con aceite de oliva.
Si se consume crudo (en ensaladas o de acompañamiento de otros platos), no hay que quitarle la piel, ya que ésta contiene la mayor concentración de fibra, minerales y vitaminas. Además, es mejor no retirar tampoco las semillas de su interior, porque el jugo que está a su alrededor tiene propiedades anticoagulantes y reduce el riesgo de trombosis. Aunque, eso sí, esas semillas pueden ser un poco indigestas.
Otra opción es comer el tomate seco, ya que aunque no mantiene su contenido normal de vitamina C, sí conserva una gran parte de los nutrientes que contenía antes de desecarse. Así, aporta mucha vitamina A y E, y es un potente anticancerígeno. Si el tomate desecado se combina con queso y orégano o con albahaca y piñones, se puede obtener una rica salsa para dar un excelente sabor a platos de pasta.
Para aprovechar mejor todos sus nutrientes, es mejor cocinarlo al horno o frito, con aceite de oliva.
Si se consume crudo (en ensaladas o de acompañamiento de otros platos), no hay que quitarle la piel, ya que ésta contiene la mayor concentración de fibra, minerales y vitaminas. Además, es mejor no retirar tampoco las semillas de su interior, porque el jugo que está a su alrededor tiene propiedades anticoagulantes y reduce el riesgo de trombosis. Aunque, eso sí, esas semillas pueden ser un poco indigestas.
Otra opción es comer el tomate seco, ya que aunque no mantiene su contenido normal de vitamina C, sí conserva una gran parte de los nutrientes que contenía antes de desecarse. Así, aporta mucha vitamina A y E, y es un potente anticancerígeno. Si el tomate desecado se combina con queso y orégano o con albahaca y piñones, se puede obtener una rica salsa para dar un excelente sabor a platos de pasta.
El tomate es rico en vitaminas A, B, C, PP y K; en minerales como fósforo, calcio, zinc, magnesio, potasio, sodio y manganeso; en bioflavonoides, en licopeno y tiene propiedades antioxidantes. Además, una pieza de este vegetal (mediano, de 150 gramos), cuenta con tan solo 35 calorías y 0% colesterol, sodio y grasa saturada.
BENEFICIOSO PARA LOS ASMÁTICOS Y LOS HIPERTENSOSAdemás del licopeno, el tomate también contiene otro componente, la quercitina, que ayuda a disminuir los síntomas de la alergia ahora en primavera y los del asma y la inflamación de la próstata.
Las personas que tengan la tensión alta es recomendable que lo coman a diario, sin añadirle sal, y acompañado de pepino y zanahoria.
Al consumirla cruda, esta hortaliza aporta mayores dosis de potasio que otros vegetales más ricos en este mineral, pero que se cocinan antes de consumirse.
Por todos estos beneficios, apuesta por el tomate en tus platos, que además de dar color y estimular visualmente el apetito, contiene sólo unas 30 kilocalorías por cada 100 gramos, por lo que es bueno también para incluirlo en dietas de adelgazamiento.
Las personas que tengan la tensión alta es recomendable que lo coman a diario, sin añadirle sal, y acompañado de pepino y zanahoria.
Al consumirla cruda, esta hortaliza aporta mayores dosis de potasio que otros vegetales más ricos en este mineral, pero que se cocinan antes de consumirse.
Por todos estos beneficios, apuesta por el tomate en tus platos, que además de dar color y estimular visualmente el apetito, contiene sólo unas 30 kilocalorías por cada 100 gramos, por lo que es bueno también para incluirlo en dietas de adelgazamiento.
Según aquellos que la han probado, esta dieta te ayudará a eliminar 2 kg en tres días, mientras desintoxicas el cuerpo. Es recomendado para los que fuman, los que beben mucho café, los que sufren de celulitis y los que quieren adelgazar un poco. Recuerda que no sólo es para ello, sino para eliminar toxinas y evitar enfermedades y que debes acompañar la dieta con dos litros de agua por día, una caminata de una hora y ejercicio aeróbico.
En ayunas bebe un zumo de tomates frescos (se le puede añadir una hoja de menta); en el desayuno, come dos tomates hervidos con romero; para el almuerzo, ensalada de tomates con brotes de soja y pimientos marrones, aceite de oliva y limón; en la merienda, zumo de tomate fresco, para la cena nuevamente una ensalada igual a la del mediodía y antes de acostarte, un zumo. Para cuando te ataca el hambre, licua medio limón, una zanahoria, cinco hojas de menta, medio tomate y dos vasos de agua mineral.
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